A todos nos gusta sonreír y lucir una bonita sonrisa. Para ello, no basta con seguir una rutina de cepillado sino que es necesario que sigas algún que otro consejo más.
Para evitar que nuestros dientes se amarilleen, es necesario realizar una completa higiene bucal que va desde el cepillado hasta el uso de hilo o cepillos interdentales, colutorios y hasta el uso de un irrigador que ayuda a mantener la boca libre de gérmenes y problemas de encías y dientes.
A parte, ten cuidado con lo que comes. El vino, el café, la cocacola..., son bebidas que deterioran el color de los dientes, al igual que el tabaco y las bebidas alcohólicas.
Si es demasiado tarde y tus dientes amarillean demasiado, debes empezar por el uso de una pasta de dientes blanqueadoras y hasta con un remedio casero: mezclar bicarbonato y agua hasta formar una pasta y frotar nuestros dientes con ella. El "problema" de estos dos remedios es que sólo actúan sobre la primera capa del diente.
Te cuento. Los dientes tienen tres capas: la externa, lo que llamamos esmalte; la media, dentina; y la interna.