Dejar de fumar y mantenerse sin fumar es complicado debido a la nicotina. La nicotina es una droga que llega a ser tan adictiva como la heroína o la cocaína. Con el paso del tiempo el fumador se vuelve dependiente físicamente y adicto "emocionalmente" a la nicotina. Cuando un fumador pretende dejar de fumar tiende a tener ciertos síntomas de abstinencia, que nombraremos en este artículo.
Cuando se inhala el humo, la nicotina penetra en los pulmones, de ahí pasa rápidamente a la sangre y es transportada, junto con el monóxido de carbono y otras toxinas a todo el cuerpo. La nicotina afecta a diferentes partes del cuerpo, incluyendo el corazón y vasos sanguíneos, hormonas, la manera en la que el cuerpo utiliza los alimentos y al cerebro. Incluso la nicotina se puede encontrar en la leche materna y en la mucosidad del cuello uterino de las mujeres fumadoras. Durante el embarazo, la nicotina es capaz de atravesar la placenta, se detecta en el líquido amniótico y en la sangre del cordón umbilical de los recién nacidos.
La nicotina causa una sensación placentera en los fumadores por lo que cada vez fuma más. De esta manera aumenta la cantidad de nicotina en la sangre del fumador haciendo que su cuerpo se adapte a esta sustancia. Con el paso del tiempo el fumador va desarrollando una tolerancia a la nicotina, esto significa que el fumador cada vez requiere de más nicotina para conseguir el mismo efecto placentero, aumentando el hábito de fumar.
Cuando un fumador se plantea dejar de fumar o disminuir la cantidad de cigarrillos, la ausencia o bajada de nicotina hace que se originen síntomas de abstinencia, tanto físicos como mentales. Físicamente nuestro cuerpo reacciona a la ausencia de nicotina y mentalmente el fumador tiene que enfrentarse al hábito de fumar. Los síntomas de abstinencia suelen durar desde unos días hasta unas semanas, dependiendo de la cantidad de nicotina en el cuerpo. Algunos de los síntomas de abstinencia pueden ser:
- Mareos (habitualmente de uno a dos días después de dejar de fumar)
- Depresión.
- Sentir frustración, impaciencia e ira.
- Ansiedad e irritabilidad.
- Trastornos del sueño.
- Dificultad de concentración.
- Intranquilidad o aburrimiento.
- Cansancio general.
- Dolores de cabeza.
- Aumento de apetito lo que conllevará a un aumento de peso.
- Presión en el pecho y ritmo cardíaco más lento.
Estos síntomas son los causantes, en muchas ocasiones, de que la persona vuelva a empezar a fumar, haciendo que los niveles de nicotina aumenten y estos síntomas desaparezcan. En Farmacia NG te ayudamos al deshabituamiento tabáquico haciéndote un seguimiento semanal. Durante el seguimiento vamos a medir la cantidad de monóxido de carbono que contienen los pulmones, de esta manera se va comprobando que esa cantidad va a ir disminuyendo según va pasando el tiempo. Esta disminución os motivará a seguir adelante.
También os podéis ayudar de algunos complementos alimenticios que os pueden ayudar a calmar el estrés, la tensión e incluso os ayudará a conciliar el sueño durante la etapa de los síntomas de abstinencia. Os recomendamos las grageas herbales de Valeriana de Kneipp. Puedes adquirirlo aquí.
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