El sol, en su justa medida, es muy bueno. Mejora el estado de ánimo, favorece la circulación sanguínea, es indispensable en la síntesis de vitamina D, etc.; pero como casi todo en esta vida, es saludable siempre que la exposición se haga con moderación.
En verano, debes tener cuidado con el sol. Debes proteger tu cuerpo y tu rostro para evitar el temido cáncer de piel y debes aprender a ser prudente con la exposición prolongada a los rayos del sol.
Las altas temperaturas del verano, pueden ocasionar lo que se ha denominado un golpe de calor. El organismo, ante una situación de calor extremo, deja de funcionar correctamente, impide una circulación sanguínea y una sudoración normal y se produce este efecto.
El golpe de calor afecta sobre todo a personas mayores y niños menores de 4 años. Los individuos más susceptibles a temperaturas de más de 40º. Conocer los síntomas y saber cómo evitarlo es fundamental. Igualmente, te recomiendo que prestes atención al modo de actuar en caso de que alguien sufra un golpe de calor. Empecemos...
Síntomas:
Los efectos sobre el cuerpo de un golpe de calor no tienen porqué ser inmediatos. Sus síntomas puedes notarse tras horas e incluso días desde que se produjo la exposición al sol. Entre los síntomas más frecuentes están los mareos, inconsciencia, dolor de cabeza, fiebre, sudoración excesiva, sensación de sed, aceleración cardíaca, vómitos, etc.
Cómo evitarlo:
En los meses de verano, especialmente, debes ser consciente de los peligros que entrañan el sol y las altas temperaturas. Es importante que evites la sobreexposición solar, bebas mucho líquido y comas sano y ligero. Intenta protegerte del sol con una gorra o sombrero, y por supuesto usa un protector solar adecuado para tu tipo de piel. Igualmente, no pases demasiado tiempo al sol y evita los cambios bruscos de temperatura.
Cómo actuar en caso de que alguien sufra un golpe de calor:
Es importante que actúes rápido. Palía los síntomas con estos consejos que te doy ahora, llama a una ambulancia o traslada tú mismo al paciente al centro médico más cercano.
Como decíamos, un golpe de calor se produce por la exposición a las altas temperaturas por lo que el objetivo primordial es alejarlo de ese calor y ayudarle a recuperar una temperatura corporal normal. Por ello, coloca inmediatamente al afectado a la sombra, si es posible cerca de un aparato de aire acondicionado o ventilador e incluso si es posible sumérgele en agua fría. Hay que descender esa temperatura corporal como sea. Un abanico, paños de agua fría colocados entre las piernas y bajo el cuello, también son algunas alternativas que ayudarán a que su temperatura baje y recupere el funcionamiento normal del organismo.
Aunque le ayudes a recuperarse, es importante que esa persona visite al médico para que éste trate el caso y siga el procedimiento necesario para que no vuelva a suceder.
Si aún te quedaron dudas, puedes contactar con Farmacia NG desde este enlace. Es importante que tengas claras estas nociones sobre el golpe de calor.