Los más peques son susceptibles a ser afectados mucho por el ambiente, la humedad, calor, bacterías, mosquitos, etc. El verano es una época donde, por el calor y la humedad, aparecen los mosquitos y ¿quién no ha sufrido alguna vez a causa de ellos? Es que siendo honestos una picadura de mosquito es una sensación poco agradable y bastante molesta, debido a que causan brotes, ronchas o alergias en casos más extremos; además de la constante picazón, lo que trae más problemas ya que al rascar la piel puede ser lastimada y transmitir bacterias que resultan perjudiciales. Y aunque eso pase en nosotros los adultos, raramente suele ser peligroso, pero en los niños es mucho más factible que pueda acarrear algo más grave debido a que ellos, están constantemente expuestos a la suciedad: polvo, lodo, tierra, residuos de comida,... que se alojan en sus uñas y pueden infectar una picadura de mosquito. Por lo general ellos se mantienen en constante movimiento y les encanta estar en sitios abiertos y es donde los mosquitos suelen estar.
