Con el calor sudamos más y perdemos más electrolitos.
Cuando sudamos nuestro cuerpo elimina calor. Esta es la forma que tiene nuestro organismo de regular su temperatura. Sin embargo, al sudar, aunque eliminamos toxinas, también perdemos líquidos y electrolitos.
Los electrolitos son sales (soluciones iónicas) que en la naturaleza se encuentran en forma de minerales. Estos minerales están presentes en la sangre y otros líquidos corporales. Los electrolitos mantienen nuestro cuerpo correctamente hidratado para que los nervios y los músculos puedan funcionar de manera adecuada.
Aunque veas la acción de sudar como algo normal y muy natural, las consecuencias de una sudoración excesiva pueden ser fatales para tu salud, sobre todo para los niños, las personas mayores y aquellos que sufren enfermedades cardiorrespiratorias.
Algunas personas pierden más rápido electrolitos que otras, lo que puede afectar la hidratación y la función neuromuscular, según muestra un estudio publicado en el Scandinavian Journal of Medicine Science in Sports.
Por si no lo sabías, una disminución de sodio en la sangre al transpirar puede causar daño cerebral. Por ejemplo, el sudor que pierdes cuando juegas al fútbol, voleibol o baloncesto es relativamente bajo, por el tiempo que duran estos deportes. En cambio, una maratón puede hacer que pierdas varios litros de sudor, ya que es un deporte de extrema resistencia.
Quizás en algunas ocasiones pudieras sentir molestias de origen muscular. Si este es tu caso probablemente necesites aporte extra de minerales.