Si quieres tener un cutis saludable y lleno de energía es imprescindible que lo cuides. Factores como la contaminación hacen que pierda su brillo natural. Nuestra piel es como las plantas para que se mantengan bonitas y sanas hay que regarlas y echarlas abono, lo que traducido a los términos que nos interesan hay que hidratarla y limpiarla.
Para ello debemos elegir el producto más adecuado para nuestro tipo de piel y añadirlo a nuestra rutina de limpieza.
El rostro es la zona que más se expone a la contaminación ambiental, a los agentes atmosféricos y a los daños solares. Por eso son necesarios algunos cuidados habituales, como la limpieza facial y el uso de cremas hidratantes adecuadas. En algunas ocasiones puede no ser suficiente con esto y nuestra piel nos pide más. Es en esos momentos donde el uso de mascarillas será nuestro mejor aliado. Las mascarillas son un tratamiento extra y cuidan la piel no solo a nivel superficial sino en lo más profundo y con un efecto inmediato.