¡Ay que llegan las noches de verano y no nos libramos de las picaduras! A lo largo de la época estival, podemos sufrir hasta 4 tipos de "picaduras" distintas: de mosquitos, medusas, abejas y avispas.
No es que en verano piquen y el resto de año no, pero es en esta época cuando está más activos por las altas temperaturas y la humedad.
La picadura más frecuente en verano es la del mosquito, o mejor dicho "la hembra" que es realmente la que pica para alimentar a sus huevos. Succionan la sangre e introducen saliva, provocándonos sensación de picor, rojez e hinchazón. Con la picadura de avispa también tendremos que tener cuidado, especialmente en el caso de los niños ya que son los más propensos a sufrirlas, según la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP).